Siempre me he considerado 'una chica' de ciudad... nunca he tenido pueblo... ¿Qué me está pasando? De repente encuentro diversión mirando las verduras que crecen, cómo cambian lo colores de los árboles en otoño, observando a los animales... (será la edad?? o será este resfriado que no me deja pensar...)
Lo cierto es que da gusto desconectar unos días del ruido de la ciudad y aislarse en un pequeño pueblo de Extremadura, para disfrutar del silencio, el aire puro y la vida de pueblo!
Han sido día de encuentros, de comidas ricas, de largas charlas, buena compañía y de naturaleza! Qué vivan los pueblos!!
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